(En Relación con el Rendimiento, la Fatiga y la Prevención de Lesiones )
1. Carga de Entrenamiento
La carga de entrenamiento se explica como la cantidad de efectos que tiene el esfuerzo realizado sobre el estado funcional del deportista (Zintl, 1991).
Estas cargas, o más bien sus efectos, desde lo biológico provocan cambios a nivel celular que están relacionados con la síntesis de proteínas estructurales y con el aumento de las enzimas que catalizan las vías metabólicas más importantes (Viru & Viru, 2003).
Desde una visión más amplia, según González-Badillo y Ribas Serna (2002), la carga que soportan los deportistas, ya sea en un entrenamiento o durante una competición, es el “conjunto de exigencias psicológicas y biológicas (carga interna o real) provocadas por las actividades de entrenamiento o competición (carga externa o propuesta)”.
Teniendo en cuenta lo aportado por Gazzano y Gabbett (2017), la carga es la combinación de factores estresantes deportivos y no deportivos (Soligard, 2016).
La carga es más que solo la carga de trabajo o la carga de entrenamiento. También, incluye: competencia, trabajo, actividades recreativas, familia, tareas cotidianas, entre otras.
Así es que, en la actualidad, se considera que la gestión de la carga de entrenamiento resulta ser uno de los factores claves para mejorar el rendimiento y reducir el riesgo de padecer lesiones en el deporte.
Las medidas de carga de entrenamiento se pueden diferenciar entre carga interna y carga externa.
Para Bourdon, Cardinale, Murray, Gastin, Kellmann, Varley, Gabbett, Coutts, Burgess, Gregson, y Cable (2017), la carga de entrenamiento interna ha sido definida como todos los factores estresantes biológicos relativos (tanto fisiológicos como psicológicos) que son impuestos al deportista durante el entrenamiento o la competencia, y que representan la respuesta, efecto producido o impacto fisiológico (grado de fatiga, alteración homeostática) provocado en el organismo por la aplicación de la carga externa o estímulo de entrenamiento.
Algunas medidas como la frecuencia cardíaca (FC), el lactato sanguíneo (LA), el consumo de oxígeno (VO2), y las calificaciones de esfuerzo percibido (RPE) son comúnmente utilizadas para evaluar la carga interna.
Para Soligard (2016), la carga interna es la respuesta fisiológica y psicológica individual a las cargas externas, combinada con los factores estresantes de la vida diaria y otros factores ambientales y biológicos.
Algunos de los indicadores que son utilizados para cuantificar y registrar la carga interna son:
- Percepción subjetiva del esfuerzo (RPE).
- Percepción subjetiva del esfuerzo de la sesión (RPEs).
- TRIMP (método basado en el incremento de la frecuencia cardíaca teniendo en cuenta la duración del entrenamiento multiplicado por un factor de intensidad diferente para cada sexo).
- Cuestionarios de Wellness (Bienestar global del sujeto).
- Intervenciones fisiológicas (por ejemplo, POMS, Rest-Q-Sport).
- Índices de frecuencia cardíaca.
- Consumo de oxígeno (VO2).
- Lactato sanguíneo (LA).
- Evaluaciones bioquímicas/hematológicas.
Por otro lado, la carga externa son mediciones objetivas del trabajo realizado por el deportista durante el entrenamiento o la competencia, y son evaluados independientemente de la carga de trabajo interna.
Las mediciones más comunes de carga externa incluyen: potencia de salida, velocidad, aceleración, análisis de movimiento en relación al tiempo (time-motion analysis), parámetros derivados de los sistemas de posicionamiento global (GPS), y parámetros derivados de acelerometría.
Algunos de los indicadores que son utilizados para cuantificar y registrar la carga externa en los deportes de equipo son:
- Tiempo.
- Frecuencia de entrenamiento.
- Distancia recorrida.
- Velocidad.
- Aceleración.
- Distancia recorrida a diferentes velocidades (rangos de velocidad).
- Distancia recorrida a diferentes aceleraciones y desaceleraciones (rangos de aceleración-desaceleración).
- Potencia metabólica (Metabolic Power).
- Carga del jugador (Player Load).
- Carga del jugador por minuto (Player Load/Minuto).
- Cantidad de repeticiones de movimientos (saltos, cambios de dirección).
- Pruebas neuromusculares funcionales.
- Ratio o relación carga aguda/carga crónica (AC/WR).
- Otros.
Establecer la relación entre la carga externa (dosis, causa) e interna (respuesta, efecto) es una tarea fundamental del entrenador.
Unos mismos valores absolutos de carga externa (distancia recorrida, velocidad de desplazamiento, potencia, número de repeticiones, kg, etc.) pueden significar valores diferentes de carga interna (RPE, FC, lactato, etc.) en momentos distintos para un mismo sujeto en función de su estado psicofísico.
La tarea fundamental del entrenador será ajustar la carga externa en cada momento para producir la carga interna (grado de fatiga) prevista o programada.
Además, este “ajuste” puede ayudar a reconocer el grado de recuperación y/o adaptación en cada sesión.
2. Monitoreo de la Carga de Entrenamiento
El monitoreo de la carga de entrenamiento hace referencia al proceso de recabar y registrar datos de los elementos constituyentes de la carga externa e interna de entrenamiento, de manera sistemática y continua, con el objeto de obtener información relevante para el proceso continuo de toma de decisiones en el deporte.
Para el monitoreo de la carga de entrenamiento/competencia se han desarrollado distintos indicadores que se utilizan según se trate de:
variables de rendimiento motor en entrenamiento o en competencia, manifestación de habilidades motrices o capacidades motoras de manera aislada, variables de respuesta fisiológica/bioquímica al esfuerzo, percepción de esfuerzo, indicadores de estado de ánimo, sueño, dolor muscular, motivación, recuperación, y otros.
Este monitoreo va a requerir un trabajo previo de todos los actores deportivos involucrados. Esto es ya que, para que el cuerpo o staff técnico tome las decisiones lo más acertadas posibles en términos de orientación de trabajo, intensidad, volumen, frecuencia, densidad y tipo de acciones motrices elegidas, es necesario que tengan conocimiento de:
- El manejo de las distintas herramientas que servirán para la medición y la recolección de datos,
- De quienes llevarán a cabo las distintas funciones en dicha recolección,
- La forma de procesamiento de los datos,
- La obtención de información y generación de informes periódicos (diarios, semanales, quincenales, mensuales).
Así mismo, el monitoreo de carga deberá ser individual. Por lo tanto, la información obtenida debe comprenderse en el marco de estímulos globales o generales para todos los deportistas.
Sin embargo, en ellos, las respuestas son individuales, y se ven afectadas no solo por lo realizado en la sesión de entrenamiento, sino también por todo lo que afecta al sujeto como persona en otros ámbitos.
En la actualidad, el control y monitoreo de carga y las respuestas fisiológicas y psicológicas que los deportistas manifiestan, se consideran de sumo interés para continuar mejorando la respuesta a la carga o dosis del esfuerzo.
Además, para prevenir los problemas generados por la aparición de lesiones o enfermedades (Gabbett, 2016; Gabbett, Jenkins, 2014).
2.1 Monitoreo de Carga Externa
La carga de entrenamiento en deportes colectivos se mide de manera rutinaria utilizando sistemas de posicionamiento global (GPS).
Los dispositivos GPS miden distancia calculada por la diferencia posicional. Estos dispositivos también posibilitan el cálculo de la velocidad y la aceleración (positiva y negativa).
Es importante tener en cuenta que la validez y la confiabilidad de las mediciones realizadas por los dispositivos GPS se revisaron ampliamente en la literatura. En este sentido, parece que la validez y la confiabilidad se mejoran aumentando la frecuencia de muestreo.
Sin embargo, la habilidad de los GPS para medir con precisión se reduce cuando la tasa de cambio de velocidad es muy grande. Por lo que las velocidades, aceleraciones, desaceleraciones y cambios de dirección se deben interpretar con precaución.
En general, las mediciones de carga externa derivadas de la utilización de GPS pueden incluir la distancia o número de esfuerzos que un deportista desarrolla en varios umbrales de velocidad o aceleración.
En deportes colectivos que se llevan a cabo bajo techo, como el básquetbol o futsal, el uso de dispositivos GPS y las mediciones de carga externa que proporcionan pueden resultar imprecisas debido a la presencia de la estructura de material del recinto deportivo.
Esto se debe a que el entorno cubierto en los gimnasios, conocido como indoor, puede interferir con las ondas satelitales que el GPS necesita para un seguimiento preciso, generando errores en las mediciones.
Por lo tanto, se utilizan dispositivos que poseen otro tipo de tecnología para la obtención de datos de carga externa (acelerómetro, giroscopio y magnetómetro).
Estos pueden medir o estimar el número de aceleraciones, desaceleraciones, cambios de dirección y saltos, según rangos predeterminados. Además de otras variables indirectas (por ejemplo, la carga del jugador –player load-, u otras).
2.2 Monitoreo de Carga Interna
Las diferencias intraindividuales e interindividuales en la potencial recuperación, capacidad de ejercicio/entrenamiento, estresores no relacionados al entrenamiento, y tolerancia al estrés, podrían explicar los diferentes grados de vulnerabilidad experimentados por los deportistas bajo condiciones similares de entrenamiento.
La clave es evaluar a los deportistas individualmente, monitorearlos regularmente, y comparar los datos obtenidos longitudinalmente.
La cuantificación de la carga externa proporciona información sobre el trabajo realizado y las capacidades de rendimiento del deportista. Mientras que la carga interna, es el gatillo de las adaptaciones inducidas por el entrenamiento.
El monitoreo constante de la carga interna puede ayudar a identificar las necesidades de recuperación, predecir la disminución del rendimiento, anticipar problemas de salud y ajustar la capacitación y los programas de competencia.
Es una piedra angular de un programa efectivo de gestión de carga de trabajo.
Meeusen, Duclos, Foster (2013), manifestaron que estudios de sobreentrenamiento han demostrado que los indicadores psicológicos de carga interna son más sensibles y consistentes que los indicadores fisiológicos.
Además, las mediciones psicológicas pueden ser aplicadas e informadas más rápidamente (minutos) que las mediciones fisiológicas, o marcadores sanguíneos, que pueden tardar días o semanas para evaluarse.
Por MSc Mauricio Moyano y colaboradores
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